jueves, julio 27, 2023

Otro arconcillo... con trampa. Y retorcido, muy retorcido.

En efecto, vamos a hacer otro arcón, básicamente por el mismo procedimiento que el que hicimos aquí.


- Pues para ese viaje no hacían falta alforjas, oiga...

Bueno, bueno; luego veremos que tiene un truquito.

Lo cierto es que la cosa empezó con algunas diferencias. Para empezar es más pequeño, y además lo quería ligerito, así que en lugar de usar la indestructible haya maciza de casi 3cm de grosor del otro monstruo, en esta ocasión compré directamente tableros alistonados de abeto.

Maldita la hora.

Abeto alistonado de Leroy Merlín, del que viene envuelto en un plástico.
A las 24h de quitar el plástico había pasado esto, señal de un secado realmente concienzudo ¿verdad?
Algunas piezas las pude enderezar, pero tuve que comprar más madera para la tapa, que se empeñaba en retorcerse como un sacacorchos.

Por lo demás, mismo patrón para las piezas, que irán bien pegadas y claveteadas as usual.


Jurovós que dejé la parte superior de esas piezas, la que da a la tapa, lijada hasta que no se notaban las uniones entre las tablas. Ahora mismo hay escalones de casi un milímetro. Madera secada estupendamente, oiga. 

Los herrajes también tienen el mismo diseño que los del otro arcón, aunque un poco más pequeños para adecuarse a su tamaño. 

Otra diferencia con el otro arcón es que a éste le hice unos huecos a formón para que las bisagras y el tirador de cuero quedaran a ras de superficie de la tapa. Sí, enseguida explico el motivo.

Se pinta y se barniza bien todo...


Esteeee... no puedo confirmar ni desmentir que esas líneas negras tengan más relación con un rotulador permanente que con un pincel. Digamos que mis pruebas de concepto con líneas largas y rectas no dieron buenos resultados. 


...y se monta todo junto, con sus refuerzos laterales, su tirador de cuero, y sus asas de cuerda.



- ¡Pues menuda elección de colores y de dibujo! ¡Parece un kiosco de helados!

Jeje... Eso es precisamente porque quería que se pareciera a un kiosco de helados. Bueno, y porque tenía por aquí un par de botes casi llenos de acrílica de esos dos colores, y no los iba a tirar. 

Porque lo que no he contado es que este arcón está hecho a medida. A la medida justa para poder meter dentro ¡una neverita de poliuretano expandido!



- ¡Pero eso... eso... eso es...!

Efectivamente, eso es trampa. Una aberración. Un anacronismo de medio pelo ahí escondido, arruinando cualquier remoto reclamo de historicidad que pudiera tener la pieza. Pero mire, estoy hasta las narices de tener que pasarme por el bar más cercano o de gorronear por ahí cuando quiero una bebida fresquita después de dos horas tejiendo malla bajo un toldo a cuarenta grados. 

Así que primero se ponen generosas cantidades de cola blanca para pegar el fondo de la nevera a la base del arcón y se deja secar al menos 24h.



Por cierto, el que haya una tapa interior que tenga que cerrar bien da un problema: que si colocas por dentro el cordón que hace de tope de apertura, se va a meter en medio y la nevera no se cerrará. Y, si no colocas ese tope, la tapa se vencerá del todo hacia atrás y acabará arrancando las bisagras, que al fin y al cabo sólo están clavadas y pegadas a la madera (podía haber intentado remacharlas, pero ni de coña iba a conseguir mantener el cuerpo del remache recto en madera de abeto mientras martilleaba la cabeza.)

Así que chapucilla al canto: un par de grapas fabricadas a partir de alambre gordo; y el tope, de cordón trenzado con los dedos, irá por fuera. 

Y para terminar, una vez la nevera ya no corre riesgo de moverse dentro del arcón, más generosas cantidades de cola blanca y a pegar la tapa de la nevera a la tapa del arcón. A mí me quedó con la medida justa para que, al cerrar el arcón, quedaran tocándose con un pelín de presión, así que no tuve que hacer cosas raras. Pero si no, siempre hay formas de hacerlo midiendo con cuidado y haciendo pruebas con cinta de doble cara.

De nuevo, al menos 24h de secado, y... ¡tacháááán! ¡Encaje perfecto!


Encaje perfecto... ya... Espera, espera.

¿Sabías que la cola blanca le hace cositas raras a la madera que tiene tendencia a retorcerse? Pues sí, se las hace.

¡Cagüen mi estampa! ¡Otra vez la madera curvada!

En efecto. La cola hizo que la nueva madera de la tapa (¡tenía que haber pillado haya, cohone!) se curvara también. Curiosamente, parece que la cola lo que hace es expandirse, o expandir la madera; así que la parte en la que estaba la cola ha quedado convexa. ¿Algún carpintero en la sala que explique esto?)

El caso es que, a grandes males, grandes remedios. Si la cola blanca hace esto por un lado, a lo mejor también lo hace si la aplico por el otro (esto me lo recomendó alguien, creo que nuestro viejo amigo Coalheart, pero no estoy seguro)

Tapa encolada. Hacer esto tiene una ventaja: impermeabilizas y protege un montón la tapa (de hecho, es lo que hago con la base de las patas) y dos inconvenientes: queda completamente en brillo, no en mate; y como se lleve un arañazo puede empezar a pelarse como la piel de un irlandés a los tres días de vacaciones veraniegas en el Mediterráneo.

¿Funcionó? ¿Se enderezó? Hombre, pues como para usarlo como regla, no; pero sí lo bastante como para que haya que buscar a propósito el hueco para encontrarlo. Éxito parcial, vamos.

- Enhorabuena, así que ya tiene otro trasto por la casa para darle uso una vez al año ¿verdad?

¡Eh! Que lo que tengo ahora es una muy original mesilla de noche para la habitación verde de invitados, que hasta ahora tenía una silla cutre de los '80 que aún andaba por aquí de cuando compramos la casa.




martes, marzo 28, 2023

Telar de tablillas (6): Espiguilla. O a lo mejor se llama Sarga rota. Va, mira, broken twill 3/1, qué demonios.

 Decíamos ayer...

- Su última entrada sobre telar de tablillas es de 2012, hace 11 años...

DECÍAMOS AYER (y que Fray Luis de León se ponga verde de envidia) que se podían hacer diseños de doble cara con las tabillas, que permitían ir cambiando a voluntad la superficie del tejido entre dos posibles colores.

Vamos a empezar por ahí. Si acabas de llegar a esta página, a lo mejor, antes de nada, te interesa echar un vistazo a la explicación de cómo entender el tejido con tablillas. Porque lo que toca hoy ya adelanto que no es sencillo, se puede considerar una técnica avanzada, y esta entrada va a ser más bien densa. Y, por cierto, quae sunt Caesaris, Caesari: me he paseado por varias páginas sobre esto; pero donde empecé a entenderlo fue aquí.

Porque ¿qué es esto del broken twill 3/1? Pues es algo parecido al tejido de doble cara, pero en el que queda una textura muy diagonal y en la que los diseños con diagonales quedan muy bien definidos.

Una cinta de Aisling, que es la leche con esto de las tablillas. ¿Veis cómo se marcan las diagonales en el fondo?

No tengo claro si la traducción correcta es espiguilla, o sarga rota, o algo así; pero estoy bastante convencido de que es la misma estructura de tejido que tienen, por ejemplo, tus pantalones vaqueros. Y lo de 3/1, por cierto, se supone que es porque cada hilo de la urdimbre pasa tres veces por encima de la trama y una por debajo.

Empecemos por el principio, recordando cómo iba el tejido de doble cara. Para empezar, enhebrábamos cada tablilla con dos agujeros contiguos de un color, y los otros dos, de otro. 


(Lo voy a resumir, pero, de verdad, échale un ojo a mi entrada de "entender el tejido"

Mis asunciones. MÍAS. Nadie más va a usar las mismas, lo importante es que entiendas cómo funciona el tejido antes de empezar a tirar hilos:

- Estoy tejiendo a la derecha de la foto. Es decir, esos hilos oscuros de la foto me pillarían en los dos agujeros más alejados de mí.
- El triángulo rojo es la parte de arriba, la que ves mientras tejes. El hilo enhebrado en el agujero que pase por ese punto al girar las tablillas, es el que va a quedar visible en la superficie del tejido tras esa pasada.
- Mirando a las tablillas desde el punto de vista de la foto, en su posición inicial, los agujeros se denominan ABC y D según está pintado en el dibujo. Porque me da la gana.
- Llamo girar "hacia adelante" a dextrógiro desde ese mismo punto de vista; y "hacia atrás" a hacerlo levógiro. Es decir, girando "hacia adelante" cuatro cuartos de vuelta completos, van a ir pasando por la superficie los agujeros D-C-B-A en este orden. De nuevo, porque me apetece. Y esta decisión, en particular, puede parecer antinatural y arbitraria cuando empieces a tejer. Y sí, lo es. MIS asunciones ¿vale?
 
Y en la foto de la tablilla de arriba, según mis asunciones, el enhebrado está en "S". Algo que pintamos así:
 
 
 y que, aplicado a toda la tablilla, se convierte en esto:

 
Una consecuencia de mis asunciones es que "hacia adelante" hace que la torsión de los hilos tejidos coincida con el sentido de enhebrado. Y si, con este enhebrado, damos dos cuartos de giro "hacia adelante", los primeros agujeros que pasan a la superficie son el D-C, y el tejido va a quedar con esta torsión:
 
 
 
y, si en ese momento cambias el sentido de giro y das otros dos cuartos de vuelta, van a pasar a la superficie los agujeros C-D, con esta torsión, y volviendo a la situación inicial.  ¿Volvemos a cambiar el sentido de giro y otros dos cuartos de vuelta? Mantenemos el color:


¿Y qué pasa si NO cambiamos el sentido de giro? Pues que cambiamos de color, en este caso porque pasan por la superficie los agujeros B-A:
 

Y así podemos jugar con varias tablillas y realizar diseños de doble cara de forma sencilla:

 

 - Pero ¿no iba a hablar del "broken twill"? ¡Que esto es el tejido de doble cara de toda la vida!

Voy, voy. Es que el "broken twill" en realidad no es tan distinto del tejido de doble cara. Imagina cuatro pasadas completas con el tejido de doble capa, tal como lo hemos descrito, con, pongamos, 8 tablillas, y manteniendo siempre el mismo color. Nos queda algo así ¿verdad?


 Es decir, nos quedará una textura en franjas horizontales. Vale, pues ahora vamos a hacer lo mismo, pero con un desfase de 90º entre cada tablilla y la siguiente. Imagina que cada tablilla va igual que la anterior, pero un cuarto de vuelta más tarde. Píntalo, y ¡sorpresa!

¡Exacto, una textura en diagonal! ¡Enhorabuena, esto es el "broken twill 3/1"!

Puedes ver que esto es claramente direccional. De hecho, a esto, usando un criterio análogo al que usamos con el enhebrado, lo llamarías "broken twill" en "S". Pero también se podría hacer en "Z":

Y recordemos que estamos hablando de un tejido de doble cara. Y ¿cómo cambiamos el color en un tejido de doble cara? Pues, efectivamente, continuando en el mismo sentido de giro cuando, para mantener el color, te hubiera tocado cambiarlo:

 y, a partir de ahí, siguiendo la misma lógica...

 

- Ya, pero oiga, no ha explicado cómo se enhebra esto para que luego vaya saliendo así...

 

Que síííí, que vooooy. Pero había que empezar por saber cómo funcionaba el tejido.

Por lo que he leído por ahí, hay varias escuelas sobre cómo enhebrar y tejer esto. Una de ellas permite empezar girando todas las tablillas en el mismo sentido en el primer cuarto de vuelta a partir de la posición inicial...

- ¡Ah, oiga, pues eso está bien ¿no?

Eso pensaba yo. Perooo... tiene un pero que a mí me echa un poco para atrás. Y es que tienes que enhebrar cada tablilla en un sentido distinto, y controlando, para cada tablilla, en qué punto del patrón tienes que cambiar el sentido de giro. Es decir, que la guía que yo me haría como chuleta para ese dibujito tan simple de ahí arriba sería algo parecido a esto:

 

- ¡Cohoneh! Pufff, un poco chungo de seguir en unas prisas ¿no?

Eso me parecía también a mí. En la primera bibliografía que consulté se pintaba así, y también se hablaba de girar las tablillas sobre su eje vertical en esos puntos rojos, como forma de cambiar el sentido del tejido. Inicialmente pensé que eso era la panacea: ¡un nuevo grado de libertad, que permitía cambiar el color y el ángulo del tejido a voluntad en cualquier punto del tejido! Pero luego, dándole vueltas (see what I did there?), me dí cuenta de que girar una tablilla sobre su eje vertical tenía exactamente el mismo efecto que cambiar su sentido de giro en el mismo punto. Así que nada de magia ahí.

Pero, en el enlace que puse al principio, vi la luz.

¿Te acuerdas de que ahí arriba he comentado, así de pasada, que mis múltiples asunciones llevan a que, lo que yo llamo "girar hacia adelante" implica que se pasa al tejido el mismo sentido del enhebrado? Vale pues imagina que hemos enhebrado en "Z" todas las tablillas para hacer el patrón de más arriba. 

Ahora nos fijamos en la primera línea.

Si está todo enhebrado en "Z", las tablillas marcadas con '/' se consiguen girando hacia adelante, y las tablillas marcadas '\' girando hacia atrás. Es decir, que, para esa primera fila, los sentidos de giro, serían:

\  /  /  \  \  /  /  \

es decir, que SEGÚN MIS ASUNCIONES, eso es...

atrás - adelante - adelante - atrás - atrás - adelante- adelante - atrás

y, para la segunda fila ¿hace falta fijarse en dónde hay que cambiar de sentido de giro? Pues no. Sólo hay que fijarse de nuevo en el tejido que vas a obtener. Es decir:

Exacto: 

/  /  \  \  /  /  \  \ 

o sea:

adelante - adelante - atrás - atrás - adelante - adelante - atrás - atrás

- ¡Ah! Pues sí, parece más fácil, oiga.

Eso me parece a mí, peeeeero... ojo, que el enhebrado tiene que ser cuidadoso. Vamos a intentar entender cómo debería ser.

Hemos dicho que queremos enhebrar todo en Z. Porque sí ¿vale? Si lo quieres hacer en S, pues también vale. Pero yo lo voy a hacer en Z. Porque me apetece. No me cansaré de repetirlo: lo importante es entender cómo funciona la cosa.

Y, como hemos dicho antes, para MI forma de tejer, "hacia adelante" deja una torsión que coincide con el sentido de enhebrado, y una vuelta entera "hacia adelante" hace que pasen por la superficie, en este orden, los agujeros D-C-B-A.

Vale.

Volvamos a esa primera línea del tejido:


 La primera tablilla se tuerce en "S", es decir, hacia atrás. Recordemos que la posición inicial de mis tablillas, porque yo lo he decidido así, tiene esta disposición:

así que, si vamos a enhebrar todo en 'Z', esa primera tablilla que se tuerce en 'S' tiene que ir hacia atrás. Así que será la 'A', que irá enhebrada con el color del fondo. Y la segunda tablilla, que sigue una torsión en 'Z', es un hacia adelante. Así que eso es el agujero 'D' en el color del fondo. De esta primera vuelta, por tanto, deducimos que

Si ahora nos fijamos en la segunda fila, la primera tablilla cambia de sentido para ser "hacia adelante", así que va a volver a ser el agujero 'A'. En la tercera fila vuelve a ser "hacia adelante", es decir, que el agujero 'D' también está enhebrado con el color de fondo.

Segunda tablilla: sigue girando en el mismo sentido y con el mismo color. Es decir, el agujero 'C' también es fondo.

Sigue con esa lógica. Verás que queda algo así:

y todo esto ya hemos dicho que es como el tejido de doble cara, así que, una vez cada tablilla tiene asignados dos hilos del color del fondo, los otros dos son del color que le vayas a dar al dibujo.


Enhebra y ¡listo!

- Oiga, que vale, que lo voy entendiendo, pero... yo lo de los diseños de colores no lo termino de ver claro. 

Ya, es que tiene su misterio. Vamos a verlo con más cariño, porque hay una serie de reglas a respetar.

Lo primero: no se puede cambiar de color en un punto arbitrario. Si estamos en esta situación


no importa en qué sentido demos el próximo giro, que la superficie va a seguir saliendo negra.

Y, además, cuando cambias de color, el sentido de giro va a tener que ser el mismo que el que usaste en la última pasada antes del cambio. Es decir, que en este caso

ese punto rojo tenía que quedar en "S" sí o sí; porque, de intentar dejarlo en Z, lo que vas a hacer es girar la tablilla en sentido contrario y, por tanto, seguir con el negro.

Así que un buen consejo parece ser empezar por pintar el diseño que quieres hacer, y luego ir rellenando los alrededores. Vamos a verlo con un ejemplo.

Antes de nada, el fondo que vamos a querer dejar. Yo voy a usar un diseño simétrico con 8 tablillas con tejido en S y otras 8 con tejido en Z

Pongamos que vamos a querer hacer un cuadrado centrado en la tira, con la mitad rellena y la mitad del color del fondo. Vamos a empezar por el perímetro.

 

Las dos columnas centrales tienen 8 cuadrados, así que es fácil rellenarlas. Fíjate en la diferencia de sentido de giro según quieras o no cambiar de color.


Sigamos con las siguientes columnas. Vamos a empezar por arriba y por abajo para acabar juntándonos en el centro, porque si no es muy posible que el relleno no quede simétrico

En este punto, está claro lo único que se puede hacer para terminar de rellenar esas dos columnas:

y seguimos rellenando aplicando la misma lógica. Tranquilo, esto es un poco rebuscado; piénsalo bien, dale unas vueltas mentalmente hasta entender la mecánica:

Y ahora, vamos a ver si podemos ir montando el fondo de forma que se parezca al diseño de fondo que habíamos visto antes. Podemos empezar con los bordes de abajo, que ya van en la dirección que queríamos, y es fácil conseguir las líneas diagonales que buscamos


Esto va siendo familiar. Vamos a rellenar siguiendo nuestro diseño para el fondo, a ver qué pinta tiene esto...

Bueeeeeno... pues parece que ya encaja con el fondo que teníamos ¿no?

Vamos con la parte de arriba. Al principio, no nos queda más remedio que seguir el sentido de giro de los bordes del cuadrado, así que nos queda algo así:

y a partir de aquí, supongo que se podría resolver de varias formas. Yo, para intentar recuperar el diseño del fondo lo antes posible, empecé con esto:

Disculpa el borroncillo. Pasa en las mejores familias, y a estas alturas no voy a volver a pintarlo todo. Pero se entiende ¿no?

y ya terminamos, y ¡oh, sorpresa! hemos conseguido recuperar del todo el diseño del fondo.



- Esteeee... ¿y está usted seguro de que esto va a funcionar? Porque yo no sé si lo tengo tan claro.

Pues lo cierto es que yo tampoco las tenía todas conmigo. Así que aproveché el evento de Torrijos 2023, en el que estuvimos junto con nuestros amigos de la Asociación las VII Partidas para probar los diseños y, ya de paso, las tablillas nuevas que me hizo mi amigo Sergio de Ars Scutae.
 

Cosillas a tener en cuenta:

- Hazle el típico borde de tejido "normal" para ayudarte a mantener el borde recto, y porque parece que este tejido puede llegar a deshilacharse un poco si no lo haces.

- Los cuadrados no van a quedar cuadrados, sino rombos. Es posible que con otro tipo de hilo, y bateando más a lo bestia, queden diagonales más puras; pero con mi crochet del número 8 y bateando con la propia lanzadera, me quedaron bastante alargados.

Las esquinas laterales no quedan demasiado marcadas, sino más bien redondeadas. Piénsalo.

Fíjate en esos dos puntos dentro del círculo verde. ¿Qué ha pasado ahí? Un hilo negro ha pasado por la superficie de izquierda a derecha. Y, acto seguido, el mismo hilo negro ha pasado por la superficie de derecha a izquierda.

- Perooo... no hay trama que lo vaya a sujetar en su sitio ¿no?

Exacto. Así que ese hilo no va a hacer un ángulo, sino que el hilo se va a quedar, básicamente, flotando ahí encima.Así que la esquina no queda marcada.

- Vale, pero entonces, al final ¿esto funciona o qué?

Pues debo decir que las primeras vueltas han sido un completo desastre, porque no he sido capaz de seguir correctamente los sentidos de giro. Y que, una vez empecé a controlar la mecánica, tuve que deshacer concienzudamente todas aquellas vueltas en las que intenté hablar mientras tejía, porque siempre fallaba algo. Pero después de ir pillando algo de práctica, la cosa va chutando. 


Los errores son evidentes, pero voy pillando ritmo. Son veinte tablillas con crochet del 8; la tira tiene cosa de centímetro y medio de ancho. Es una prueba de concepto, así que iré experimentando con otros diseños a lo largo de la tira.