domingo, diciembre 20, 2009

Escudos a la carta: dejándome dominar por la avaricia.

Sí, queridos hermanos: debo confesar que he pecado.

La avaricia corre por mis venas, el afán de lucro me corroe. Mi alma mercenaria ha tomado una vez más el control. En esta vorágine de codicia desenfrenada, estoy preparando no uno, sino ¡dos! escudos por encargo.

Hace ya un tiempo, un conocido y polifacético recreacionista se puso en contacto conmigo: Oye Axil, ya sabes que yo estoy centrado en una época bastante posterior, pero queremos ir calentando para el aniversario de las Navas de Tolosa. ¿Me puedes hacer un par de escudos lágrima?

Podéis imaginar mi reacción...

Así que, una vez cerrados los detalles, me puse manos a la obra como en anteriores ocasiones.

Lo primero es comprar la madera. Como había que ajustar al máximo el presupuesto, me encantó que me hicieran un descuento por llevarme la plancha sin cortar.

Es una lástima que no cupiera en el coche ni de casualidad. El descuento lo usé para pagar el serrucho con el que tuve que cortar aquella plancha de madera en plena calle.

Y a seguir el procedimiento normal...








Y... ¡Espera! ¡Aquí hay una variación!

Estos escudos no van a llevar canteado, así que hay que cuidar especialmente los bordes para que quede un buen acabado. Para conseguirlo, antes de colocar la última capa, tienes que asegurarte de que el borde esté tan uniforme como sea posible. Y no suele ser el caso: las diferentes capas de tela encolada habrán acabado por formar una especie de dientes aserrados que abultarán cuando pleguemos el último borde hacia el interior del escudo.


Pero tranquilos: os voy a contar un par de cosas interesantes sobre la tela encolada.

La primera es que con un cutter bien afilado y un poco de paciencia, puedes eliminar casi todo el sobrante.

La segunda, y esto es una novedad presentada en exclusiva, es que ¡se puede limar! hasta dejarlo liso y uniforme.


Una vez bien alisados los bordes, ya puedes colocar la última capa. Tienes que recortar los bordes con un cierto margen, para luego poder doblarlos y pegarlos hacia la parte de atrás del escudo.


Para que queden bien, tienes que encolarlos generosamente, por dentro y por fuera. La tela se vuelve elástica y moldeable, y puedes alisar las arrugas con una espátula ¡o con los dedos!

(No disimules: a ti también te encanta la sensación de pringarte hasta las muñecas de cola blanca y luego quitarte esa especie de segunda piel que se forma cuando se empieza a secar)


Aunque originalmente no pensaba pintar los escudos, me di cuenta a tiempo de que es algo imprescindible: sólo así puedes disimular los inevitables manchurrones que harás al remachar el embrace.

Y no hay muchos más secretos





A la hora de escribir esto, el escudo de la imagen está terminado, y el otro está completamente entelado, esperando al embrace. Así que ya podemos ir adelantando la


Factura detallada para dos escudos lágrima
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Materiales

- Plancha de madera: 16€
- Loneta (seis capas por delante y una por detrás de cada escudo): 18€
- Bote de 5kg de cola blanca: 19€
- Cuero: Aproximadamente 15€ (calculado como la parte proporcional de la pieza)

Total materiales: 68€ (Hay alguna cosilla más, clavos, arandelas, pintura... que tengo hace tiempo y no merece la pena contabilizarlo)


Tiempos

- Irse de compras: 2h (ya descontado el vergonzante episodio del serrucho)
- Marcar y cortar madera: 15 minutos / escudo
- Mojar, curvar y pegar escudo: 15 minutos / escudo
- Lijado de bordes de la madera: 15 minutos / escudo

- Cortar tela: 45 minutos / escudo
- Encolado de cada capa: 30 minutos / capa (total 3'5 horas por escudo)
- Lijado bordes de tela: 10 minutos / escudo
- Encolado final de bordes: 30 minutos / escudo

- Patronar y taladrar embrace: 30 minutos / escudo
- Alisar cabezas de los remaches, incluyendo eliminar nervios: 30 minutos / escudo
- Cortar y limar el cuerpo de los remaches: 15 minutos / escudo

- Acolchar: 30 minutos / escudo
- Cortar tiras del embrazado: 30 minutos / escudo
- Remachado del embrace: 45 minutos / escudo

Total tiempo: 19,3 horas para los dos escudos.

Estos tiempos cuadran a la perfección con el presupuesto que le di al cliente (no os voy a decir a cuánto le cobro la hora), señal clara de que... he recortado un poquito los tiempos reales para no pasarme del presupuesto inicial. Pero no os creáis que fallé por mucho, apenas unos minutejos.
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¡No! ¡Espera! ¡Un segundo!

Me olvidaba de las últimas aportaciones al diseño de tarjetas (¡Jo, qué revuelo a cuenta de las tarjetas!) Me cuesta tanto decidirme, que me parece que imprimiré todos los diseños, y las iré repartiendo según vayan saliendo.

Aquí tenéis:

No cabe duda de que tiene un toque épico ¿verdad?


¿Y qué me decís de ésta? ¡Esto sí que es construir un yelmo!

(Sigo manteniendo el anonimato de los autores; pero que no duden en identificarse ellos mismos en los comentarios si les apetece)

Y ahora sí:

jueves, diciembre 10, 2009

Portalrubio 2009. Rompiendo la racha: por tierras de Aragón ¡y no nos llovió!

En comenzando el puente, cargamos el coche y nos dirigimos (para variar) a tierras turolenses. Íbamos a Portalrubio, pero dada la ausencia de alojamientos públicos en tan pequeña localidad, reservamos habitación en un hostal del cercano pueblo de Perales del Alfambra.

En mala hora. Aquello fue el inicio de una experiencia "El resplandior".

Llegamos al hostal, recién anochecido. No había luces, las persianas estaban cerradas... diríase que cerrado a cal y canto, pero no, sólo vacío. Porque la puerta estaba abierta, y en los desiertos pasillos resonaban nuestras voces:

- ¿Hola?

- ¿Hay alguien?

- ¡Hola! Oye, ¿ves algo?

- Pues habitaciones muy cutres, y... ¡espera!

- ¿Qué? ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué has visto? ¿Estás bien?

- ¡Divinamente! He encontrado el cuarto de baño; ya no aguantaba más...

- Vale... En fin, no hay ni Dios; si les llamas salta un fax... Venga, aire. Vamos a ver si en ese bar - hostal que hemos visto al pasar tienen habitaciones.

Así que nos fuimos al bar - hostal y preguntamos a la dueña si tenían habitaciones. A lo que nos contestó, a cara de perro, que no, que allí no había habitaciones.

No sé qué rayos nos pudo llevar a pensar que las había...

De verdad, que no sé cómo se me pasó por la cabeza...

Así que acabamos volviendo, ya anochecido, a Teruel capital, en busca de alojamiento. Yo ya me veía teniendo que volver a Madrid en plena noche, pero, afortunadamente, encontramos una habitación libre (interior y diminuta) en el tercer hotel en que preguntamos.

Y casi que me alegro, porque Teruel es una ciudad que me encanta.

Mira tú, quién ha acabado ejerciendo de árbol de navidad.

A la mañana siguiente fuimos por fin a Portalrubio, donde nos habían reservado un lugar realmente privilegiado: la recientemente restaurada herrería del pueblo.

Maestro Lupercio: Por si te interesa, andan buscando alguien que restaure el viejo fuelle.


Lo de estar bajo techo fue un auténtico lujazo: los de los puestos del mercadillo estuvieron pasando un frío de narices, a la fresca en mitad de la muy, pero que muy fría estepa turolense.


Las cosas siguieron el curso previsto. G. se puso a trabajar con un par de zapatos...


...yo hice el embrazado de un escudo...


...¡y maese Polo apareció por allí!


Entre los hierros que se trajo Polo y los míos, montamos una exposición bastante maja. Al público le encantó, y estuvieron disfrutando sobremanera probándose hierros y blandiendo armas.



Lo que me llevó a pasar gran parte del lunes limpiando dedazos y aceitando de nuevo los hierros, que el manoseo intenso oxida el metal más que la brisa marina.

Y por cierto, que aquello de "vestir al caballero", que decíamos medio en broma, medio en serio, acabó siendo una realidad. Y es que los actores que habían contratado para animar la fiesta sufrieron un pequeño problema de ambigüedad geográfica:

- ¡Oye! ¿Dónde demonios estáis? ¡Hace una hora que tendríais que estar aquí!

- ¡Pero serás cab***! ¡Tío, que llevamos aquí un siglo, y no hay ni Dios!

- ¿De qué vas? ¿Dónde coj**** estáis?

- ¡Te lo estoy diciendo! ¡En mitad de la pu** plaza del ayuntamiento de Portalrubio, provincia de Cuenca! ¡Y aquí no se ve una jod*** alma!

- ¿¿Provincia de Cuenca?? ¡¡So ******, es Portalrubio, provincia de TERUEL, no de Cuenca!! ¡¡Os habéis equivocado por dos provincias!! ¡Estáis a horas de distancia, subid a la furgoneta y venid para acá ca***** leches!

Así que Polo y yo cubrimos el hueco en la programación con un espectáculo muy, pero que muy improvisado, un poco tartamudeante, y, desde luego, muy inseguro.


(Que sepáis que este vídeo no se puede ver en Alemania debido a su extraña legislación sobre el copyright)

¡Y no sólo Polo! También pasó a visitarnos nuestro viejo conocido Cacholo, acompañado de su señora.

Y hay que decir que la mujer de Cacholo mantuvo dignamente el tipo, incluso rodeada de esa panda de frikis raros como su que quería conocer su marido.


Y, como siempre en un evento, los trabajos avanzaron más lento de lo previsto. Yo terminé el escudo, y me puse a aplanar anillas ¡en el viejo yunque de la herrería!

Seguro que no se hubieran dado cuenta si me iba con 80 o 90 kilos de bigornia escondidos debajo de la chaqueta. Tentado estuve (y Polo también, no os creáis).

Y a G. le dio tiempo a coser todo un zapato a la suela. (La ventaja es son para ella, así que, si quedan incómodos, no me puede echar la charla)

Cuando la suela es de vaqueta vulgar, es mucho más fácil dar la vuelta al zapato.

Y para terminar ¿os acordáis de que había preparado tarjeta para repartir entre los interesados en Portalrubio? Pues dos amables colaboradores, que por ahora han sido elegidos para permanecer en el anonimato, han demostrado sus superiores dotes con el diseño gráfico, y me hacen llegar un par de propuestas:

Un diseño impactante y rompedor, aunque la combinación de colores me resulta tal vez demasiado cántabra (y eso lo digo yo, que llevo básicamente un escudo del Betis...) Eso sí, el tipo de letra me encanta.


Un diseño clásico, reutilizando los elementos de mi tarjeta original.


¿Alguna otra sugerencia? ¡Vamos, señores, demuestren sus dotes como diseñadores, que ya me encargaré yo de hacer después lo que me dé la gana!

martes, diciembre 01, 2009

Nos vamos de mercadillo: Portalrubio 2009.

No sé yo qué tiene esto del medievaleo, que siempre acabo por tierras de Aragón. Que no es que me disguste, pero es que empiezo a conocer la carretera de Barcelona mejor que mi propia calle.

Esta vez, la cosa va a ser un poco diferente: no me voy a un evento de recreación, sino a un mercadillo; y en esta ocasión ¡como artesano del mismo!

Así que este domingo estaré en la pequeña localidad turolense de Portalrubio, invitado por la asociación cultural "El horno".


Ver mapa más grande


El plan es tirarme el domingo 6 haciendo cosas de cara al público. Iba a seguir con el otro spangenhelm que empezamos en Peracense, pero me temo que acabo de cargarme la punzonadora de mano (tengo que hacerme con un retal de pletina de acero para arreglarla, y es la segunda vez que tengo que cambiarle piezas de hierraco infame a ese trasto...)

Así que el menú del día es el siguiente ¡Bon profit!:


- Entrantes

Exposición de piezas ya terminadas, seleccionadas en función de su calidad y facilidad de transporte, incluyendo, en su caso, una moderada manipulación de las mismas por parte de los interesados cuidadosos y de manos limpitas.


- Primeros

Fabricación del embrace de un escudo lágrima, uno de los dos que estoy haciendo ¡por encargo! a un amiguete de este mundillo. Y es que, cuando el alma mercenaria hace su aparición, se vuelve implacable. Ya les dedicaré una entrada en su momento, ya...



- Segundos

Me llevo los trastos de hacer malla remachada, a ver si avanzamos un poquito con el tapetito que llevo un año cocinando sin avances significativos.


- Postre


Para rematar, G. va a estar cosiendo los zapatos que ya llevo siglos queriendo hacer, y que ya he arruinado en las últimas dos o tres intentonas.


Según cómo avance el día, no sé si haremos un "vestir al caballero", o algo similar. Yo, por si acaso, voy de un pofesioná que tira p'atrás, equipado hasta con unas bonitas tarjetas que he impreso para la ocasión.



Así que ya sabéis: si alguien anda por la zona y tiene oportunidad de pasar por allí... ¡nos vemos en Portalrubio!



Uhmmmm... ¿alguien con un poco más de habilidad para el diseño gráfico se ofrece a donarme un diseño más chulo para las tarjetas? No me han quedado del todo mal, pero no sé, no me termina de poner...

lunes, noviembre 23, 2009

Seguimos en el futuro: quitándome un peso de encima

Pues eso, que toca entrada moderna, otro par de alforjas, éstas para mí.


Así que ale, ya sabéis, los detalles de la fabricación están aquí. Y listo, hasta otro día.

...

¿Qué pasa? ¿Que queríais otra cosa?

- Pues sí. Yo quería algo medieval.

- Y yo algo friki.

- ¡Pues yo quería música!

Vaya, hombre. Ahora, además del tipo que escribe en azul, tengo a gente que escribe en rojo, en verde, y en rosa. Por cierto ¿y el tipo que escribe en azul? ¿Es que no quiere nada?

- Yo, es queeee...

¿Sí?

- ¡Yo, es que quería algo erótico!

¿Algo erot...? ¡Pero usted qué se ha creído que es este blog! ¡Habrase visto! Va, mire, porque tengo el día tonto, que si no... Venga, algo medieval, friki, musical, y erótico:



¿Qué, más peticiones?

- Oiga, vale que había música, pero eso no se puede considerar un vídeo musical.

¡Lo que hay que aguantar! Venga, sea un vídeo musical



El vídeo del strip-tease me lo pasó mi amigo el guerrero de Qarth-Hadast, el vídeo de los... uhmmm... de esos... ejem... ¡el otro vídeo, eso!, creo que lo vi en el facebook de alguien, pero me temo que no recuerdo de quién.

domingo, noviembre 08, 2009

Luna 2009. Recreación subacuática por tierras de Aragón

Este pasado fin de semana, Arant, R, G y yo nos fuimos al evento que montaban los Fidelis Regi en la bonita localidad zaragozana de Luna. Permitidme resumir el evento con unos pocos vídeos musicales.










Vale, ya sabíamos que nos iba a llover, pero pensábamos que iba a ser más bien un suave txirimiri, y que íbamos a poder hacer cosas protegidos por el toldo de los Fidelis.

Lástima que el toldo se lo llevara el viento, oyes.


Que lo del viento también tuvo telita. Las ráfagas de 90km/h nos dieron qué pensar, tentados estuvimos de atar una cuerda al escudo cometa de Arant, y ver si hacía honor a su nombre.

Mira que el aguanieve del viernes nos tuvo que dar una pista... Bueno, ahora tendré que limar un poco los encajes de los bancos, que con la humedad esto ya no entra.

Afortunadamente, disponíamos del salón de actos de la casa de la cultura para dormir a cubierto, un detallazo muy de agradecer.

Colchón inchable, sacos de invierno, y una manta. ¿Quién ha dicho que se pasa frío recreando en invierno?

También hubo algún valiente que se quedó a dormir en el campamento, o dentro de la misma capilla de San Gil (preciosidad del SXII) alrededor de la cual se celebraba el evento.

Coñe, cómo va soplando el viento...

Los más esperanzados pasaron gran parte de la mañana preparando la fortificación para la batalla del domingo...

¡Yo quiero un mazo como ése!

...mientras que otros aprovechábamos que Fernando había montado su puesto; y, como hacía fresco, G. y yo le compramos sendas garnachas.

¿Cómo que no sabes lo que es una garnacha?

Pues fácil, es esto:

Podemos ver a G. luciendo una hermosa garnacha verde. Como pueden ustedes apreciar, es una prenda gruesa que se lleva encima de la saya; o sobre la saya y el pellote. Los brazos pueden mantenerse abrigados dentro, o sacarse por las amplias escotaduras laterales.


Este modelo, en particular, incluye una práctica capucha y un cuello estrecho y abrigado...

...que puede complicar un poco eso de ponérsela. ¡Eh! ¡Ve hacia la luz!

Como a pesar de todo seguía notándose cierto fresco, aproveché para completar el trueque que tenía en marcha con Arant. Yo le entregué la vaina de la espada terminada; y él, a cambio ¡mi preciosa capa nueva!

No os confundáis. Ese buen tiempo apenas duró unos minutos.

Capa que, por supuesto, aproveché de inmediato. La verdad es que el detalle de toda la pasamanería le da a uno un cierto aire de, si bien no ricohombre, sí al menos de cierta prosperidad.

Y claro, con esas pintas, no tardé casi nada en sufrir un atraco callejero en busca de mi repleta bolsa.

Como el tiempo no acompañaba, al final hicimos vida básicamente en el interior de la capilla, que estaba de bote en bote.

¡Marchaaaaa!

Había llevado cacharros para hacer malla remachada, pero lo primero que tenía que hacer era aplastar anillas. Y, francamente, liarme a martillazos en un lugar de tal sonoridad no me tentaba lo más mínimo, así que nos limitamos a charlar con los viejos y nuevos amigos: los Arponeros de Acuaflis (a quienes nos encontramos en plena oscuridad el viernes, y que nos orientaron por el buen camino), los Calados de Alcañiz (a los que, por unas tristes circustancias, obligué a cenar de pie), la Cofradía Pesquera del Norte (que me enseñaron unos cuchillos magníficos), los Uretaco Iaunac (con quienes compartimos hombro con hombro casi todo el evento), y, por supuesto, los queridos amigos de la organización, los Flotadores del Rey, en cuyo hilo al respecto encontraréis magníficas fotos sobre el evento.

Mis disculpas a todos aquellos que olvido, que seguro que son muchos. Un mérito especial tuvo mi señor Jose "Cernícalo", que acudió al evento desde las muy lejanas Islas Afortunadas, pulverizando el anterior record de distancia, hasta el momento en propiedad de Harald.

Jose aprovechó a tope el evento; no frenó ni un segundo su frenética actividad.

Mención especial merece también la Milicia Concejil Mojada, no sólo porque tengo que copiar descaradamente su diseño para una mesa, sino porque...

¿Os acordáis de Peracense y Narsil, la espada rota?

¡Pues contemplad a Andúril, forjada de nuevo, en manos de F.!

Al final, fueron pocas las actividades que se llevaron a cabo, más allá de comer, beber y charlar.

Mi señor Monfort, cuya caligrafía resultó sumamente alabada, fue de los pocos que llevaron a cabo alguna actividad un poquito elaborada.



Aunque no todos se quedaron sin combate. ¡Las chicas son guerreras!

Una de las actividades que más éxito tuvieron fue el cuentacuentos. Flipante ver a los chavales con la boca abierta contemplando a Jesús y a Monfort.

Maese Jesús contó un bonito cuento infantil con moralina...

...mientras que maese Monfort contó un par de cuentos más bien inmorales.

Claro, que cuando te quieres dar cuenta... tú también tienes la boca abierta escuchándoles.

Y ahí seguimos. El público se fue retirando, y nos quedamos cenando. Y comimos, y bebimos, y comimos, y bebimos, y bebimos, y bebimos. Y bajamos al pueblo, y bebimos más.

Haciendo el buho.

Y seguimos bebiendo...

No os confundáis. Esto es de normal, aquí aún no había nadie [demasiado] borracho.

A todo esto, estoy en posesión de una extensa colección de fotos y vídeos donde un cierto número de respetables y provectos miembros de la comunidad recreacionista aparecen en actitudes extremadamente comprometidas. Pero no voy a hacerlos públicos, por tres razones:

1.- Para no arruinar la reputación de los susodichos personajes.
2.- Por falta de autoridad moral: personalmente, acabé extremadamente perjudicado, arrastrándome hasta la cama en estado semicuadrúpedo.
3.- Porque estoy seguro de que, en el futuro, podré sacar un importante partido económico si administro cuidadosamente el chantaj... esteeee... el respeto remunerado a los derechos de imagen.

Eso sí, todo pecado lleva implícito su propio castigo. Así que no sólo nos mojamos lo nuestro cuando recogimos los trastos al día siguiente...

Ya que estamos en el charco ¡chapoteemos!

...sino que tuve que conducir los cuatrocientos kilómetros que nos separaban de Madrid con una resaca de cierta importancia.

No es que sea siempre así de serio. Es que me duele la cabeza.

En definitiva, un evento divertido, aunque chafado por el agua. Como resumen, qué mejor que esta foto que le acabo de mangar a Jaume de Penyafort:


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Y ya aprovecho para volver a destapar mi alma mercenaria, y poner un nuevo anuncio:

¡Señores, se venden yelmos! ¡100% históricos, adaptados a las necesidades del moderno recreador!


Completamente inoxidables, fabricados en bronce y cobre batido. ¡A lo mejor no resiste un hachazo, pero si le cala, le devolvemos su dinero!

Precio muy asequible, y por un módico suplemento, se incluye heráldica de tres paraguas pasantes sobre campo de azur.